¡Hazlo social!

A la hora de asegurar un vehículo ya sea coche o moto puede resultar a simple vista un tema algo complicado ya que existen muchísimas compañías y un gran número de conceptos que pueden llegar a ser difíciles de entender. Tarde o temprano el proceso de buscar un seguro hay que pasarlo así que hay que buscar toda la información posible para poder escoger la póliza más adecuada acorde a las posibilidades que se necesiten.

Hay que partir de la base de que es obligatorio asegurar el vehículo para poder circular, es decir el seguro de Responsabilidad Civil, a partir de ahí cada propietario es libre de contratar las coberturas que quiera y conocer las características de las mismas para saber lo que cubre en cada caso.

Una póliza de seguro es un documento donde se reúnen las condiciones que tiene el seguro, donde se especifican los derechos que se tienen según el tipo de póliza que se haya contratado. Quedan establecidas todas las coberturas y los supuestos que quedan garantizados por la aseguradora en caso de que se produzcan así también como las indemnizaciones, datos personales, información del vehículo.

Aunque como hemos comentado se pueden encontrar diferentes pólizas con diferentes nombres y de todo tipo, hay una clasificación genérica para poder simplificar los conceptos, existen cuatro tipos de póliza:

• Terceros: Se trata de un tipo de póliza que está destinada a cubrir los daños que se ocasionen a otros conductores o vehículos siendo nosotros los “culpables” del accidente o daño. Esto está cubierto por el seguro de Responsabilidad Civil Obligatorio (incluido en todas las pólizas) y se complementa con el seguro de Responsabilidad Civil Voluntaria o Suplementaria. Además en este tipo de póliza se suele complementar también con la Defensa Jurídica del asegurado y un Seguro del Conductor para los daños que podamos sufrir como conductores del vehículo.

• Terceros Ampliado: Se trata de un tipo de póliza en la cual están incluidas las mismas coberturas  que en el seguro a Terceros pero ampliando las características con otras garantías superiores que pueden ser atractivas para el usuario, ya que estas se destinan a ofrecer un mejor servicio. Estas características cubren las lunas del vehículo, el supuesto robo del vehículo y los daños que podrían ser ocasionados por el incendio del vehículo.

• Todo Riesgo: Se trata de un tipo de póliza que reúne todas las características del seguro a Terceros y Terceros Ampliado pero además se añade la cobertura que se denomina Daños Propios, es decir los daños que se produzcan por nuestra culpa en nuestro vehículo. Esta cobertura puede cubrir los daños menores como pueden ser rayaduras, golpes hasta llegar a daños más graves como en el caso del siniestro del vehículo, haciéndose cargo de los gastos la aseguradora.
• Todo Riesgo con Franquicia: Se trata de un tipo de póliza muy semejante al seguro a Todo Riesgo pero en este tipo el asegurado en caso de Daños Propios paga el importe de la franquicia en caso de siniestro, es decir que se pagan los gastos hasta la cantidad establecida por la franquicia y el resto a cargo de la aseguradora.

Estos serían los cuatro tipos de póliza que se pueden contratar sin entrar en detalles para analizar cada una. Para tener conocimiento de ello cada compañía tiene sus propias pólizas y sus criterios con lo que no siempre se encontraran las mismas coberturas para cada tipo de póliza, cada compañía los denomina de forma distinta e incluyen diferentes coberturas que complementan a cada tipo de los que hemos nombrado.

Para contratar el seguro es importante tener claro las distinciones entre los diferentes seguros, este conocimiento nos permitirá escoger de forma más sencilla el seguro que más se ajuste a lo que necesitamos.